Nuestra encuesta anual a más de 1.000 altos ejecutivos de todo el mundo concluye que la ciberseguridad es ahora una de las principales preocupaciones de la alta dirección. La ciberdefensa efectiva se ha convertido en un delicado acto de equilibrio para muchas empresas; tener una red de seguridad fuerte que pueda amortiguar cualquier eventual caída es fundamental.
Entre sus principales conclusiones, el informe muestra que:
- Los directivos de las empresas de todo el mundo están preparando para los ciberataques, pero siguen confiando en su capacidad para poder afrontarlos. Más de la mitad de los directivos encuestados en nuestro barómetro anual creen que las ciberamenazas han aumentado el año pasado, y el 35% espera que se produzca una brecha de datos importante en su propia empresa el año que viene. No obstante, la mayoría de las empresas parecen confiar en su capacidad para hacer frente a los ataques: a nivel mundial, el 68% de los directivos consideran que los datos de su empresa están “completamente protegidos” y en España ese porcentaje asciende al 81%.
- Las pérdidas financieras son el mayor riesgo percibido. Más de la mitad de los líderes empresariales encuestados sitúan las pérdidas económicas a la cabeza de la lista de los mayores riesgos para la protección de datos. Los niveles de preocupación y confianza varían de un sector a otro, siendo las empresas financieras, tecnológicas y de consumo las que, a priori, parecen más seguras.
- Una ciberdefensa eficaz se basa en cinco pilares: identificación, prevención, detección, respuesta y recuperación. Cada uno de ellos tiene un importante componente tecnológico, pero igualmente cada uno tiene un componente humano crítico. Se deben elaborar minuciosamente planes de continuidad del negocio y que deben ser probados exhaustivamente para que puedan ser adoptados sin problemas por toda la organización.
- Cambiar la mentalidad para prepararse ante el peor escenario es la mejor defensa. La ciberseguridad es un campo que evoluciona rápidamente, ya que los hackers están fuertemente armados (incluso con herramientas de inteligencia artificial) y, a menudo, van por delante de las organizaciones que tienen en su punto de mira. Aceptar que una brecha de seguridad puede ocurrir y tener planes sólidos para responder ante ellas proporciona la mejor garantía de que la respuesta será rápida, la recuperación efectiva y los costes limitados.
Las ciberamenazas han llegado para quedarse. Las organizaciones mejor protegidas serán aquéllas que refuercen su red de seguridad. Es el momento de actuar.
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