Mazarians españoles por el mundo: Félix Ortiz
"La verdad sea dicha, cuando solicité el transfer a la oficina de Londres después de tres años y medio en la oficina de Madrid, no tenía unas excesivas esperanzas de que se me fuera a conceder. Sin embargo, el apoyo de la firma, tanto por parte de recursos humanos como de los socios responsables de mi área, fue total; y, después de realizar los trámites para el traslado, que pasaron también por la oficina de relaciones internacionales de Mazars en París y por entrevistas con el director y partner de la oficina de Londres, finalmente salió adelante.
Hoy estoy trabajando como auditor senior en la oficina de Londres, donde, además, he tenido la oportunidad de participar en el desarrollo que implantará un nuevo software de auditoría a nivel mundial para toda la firma.El equipo de la oficina de Londres es, tal y como sucede en la ciudad, un crisol de culturas y nacionalidades, donde es casi más difícil encontrar a un londinense que a Wally. La oficina, por cierto, es espectacular y ¡está situada pared con pared con la Tower of London! La verdad es que para un chico de provincias como yo (born and raised in Zaragoza) ya era una suerte ver la Cibeles cada mañana en la oficina de Madrid, pero esto de mirar por la ventana acristalada del THB y ver The Shard es indescriptible.
Profesionalmente está siendo una oportunidad increíble. En el tiempo que llevo en Mazars en Londres, he tenido la oportunidad de trabajar en proyectos con clientes como una cadena de restaurantes implantada en Londres, una empresa que construye una intrerconexión eléctrica entre UK y Francia o una parte de una multinacional del sector de la publicidad, entre otros.
El ritmo de vida en Londres es distinto. Se come más pronto (bueno, lo de comer en el sentido español de la palabra, no se come, tampoco nos vamos a engañar…) y en mucho menos tiempo, y se intenta (aunque en la busy season no siempre se consiga) salir un poco antes. La noche llega, para mi gusto, demasiado temprano y llueve, llueve mucho. Hay, eso sí, una gran similitud con España en el número de bares / cafeterías y en el consumo de cerveza por habitante. Tanto la gente como los compañeros de la oficina son bastante abiertos y el famoso sentido del humor inglés ¡es mejor de lo que me esperaba! Eso sí, también se echa de menos a los compañeros de los equipos en España… a ellos y al ¡jamón serrano y la morcilla de Burgos!
La experiencia está valiendo la pena. Así que, por supuesto, la recomiendo a todos, tanto a los actuales como a los futuros profesionales. Beneficiará tanto a vuestro desarrollo profesional como personal. ¡Vale la pena!"