Auditoría conjunta, una nueva oportunidad
La Reforma Europea de la Auditoría ha establecido diferencias muy significativas en los requisitos que deben cumplir las auditorías de las entidades de interés público (EIP)*.Una de las diferencias más significativas, ha sido la rotación obligatoria de la firma de auditoría, al establecer una duración máxima de los mandatos de los auditores.
La Reforma Europea de la Auditoría ha establecido diferencias muy significativas en los requisitos que deben cumplir las auditorías de las entidades de interés público (EIP)*.
Una de las diferencias más significativas, ha sido la rotación obligatoria de la firma de auditoría, al establecer una duración máxima de los mandatos de los auditores.
La Reforma Europea ha previsto dos alternativas para ampliar la duración máxima de 10 años:
- la licitación abierta, que posibilita una prórroga de hasta un máximo de diez años.
- la designación de más de un auditor que posibilita la ampliación de hasta catorce años, mediante co-auditoria.
En España se ha optado por permitir mediante auditoría conjunta o co-auditoría, prorrogar hasta cuatro años al auditor que haya cumplido los diez años de mandato,
La auditoría conjunta voluntaria ha estado infrautilizada en España, con excepción de algunas filiales de grupos franceses. En Mazars, dado nuestro origen francés, tenemos una amplia experiencia en la co-auditoría de grandes corporaciones internacionales.
La co-auditoría supone el nombramiento de dos o más auditores independientes para que realicen conjuntamente la auditoría con objeto de emitir un único informe de auditoría.
Por tanto descartemos de entrada las viejas y erróneas ideas sobre auditorías dobles o auditorías de contraste por desconfianza, es una única auditoría realizada por dos auditores.
En consecuencia, el trabajo se reparte entre los auditores, sin duplicidades. Se requiere esencialmente una adecuada planificación y la necesaria supervisión y comunicación de conclusiones, es decir, nada que no deba también hacerse, con igual rigor, cuando los distintos equipos que intervienen son de la misma firma o red auditora
La distribución del trabajo se realiza con una combinación de criterios cuantitativos y cualitativos (componentes principales, países o zonas geográficas, cualificación y experiencia de los equipos de auditoría), con objeto que el reparto del trabajo sea equilibrado y posibilite una eficaz supervisión e interlocución con el cliente, presentando conjuntamente ambos auditores las conclusiones.
Puede descartarse otra de las viejas ideas sobre el incremento de coste que provocaría la co-auditoría. La mayor planificación permite una mayor eficacia que compensa el mayor tiempo que pueda emplearse en el trabajo conjunto. Estudios realizados estiman que la co-auditoría puede suponer un incremento de coste entre el 2% y el 5% que raramente se repercute al cliente.
Asimismo la unificación internacional de las normas de auditoria, también dejan sin valor el prejuicio y las dudas sobre si dos equipos de auditores de firmas diferentes pueden trabajar juntos.
Esta idea subyace en la respuesta a cuestiones relacionadas con la Reforma, (Q&A - Implementation of the New Statutory Audit Framework de la Comisión Europea de febrero de 2016) en la que se contesta: “Tener diferentes auditores o redes de auditores, que con más frecuencia auditen empresas del mismo grupo es uno de los posibles resultados de la reforma de auditoría.”
La co-auditoria también permite una reducción significativa de los costes relacionados con la rotación obligatoria., puesto que posibilita a los grupos de sociedades una rotación más controlada y un traspaso de conocimiento sin tensionar al equipo de la entidad auditada.
A los beneficios relacionados hasta ahora habría que añadir:
- la co-auditoría permite a la entidad auditada beneficiar del know how de dos firmas y mantener un debate más rico sobre temas técnicos complejos,
- la co-auditoría refuerza la calidad del trabajo gracias al principio de “cuatro ojos”,
- la entidad que opta por la co-auditoría lanza un fuerte mensaje al mercado sobre su apuesta por la transparencia, la calidad de su información financiera y su voluntad de que al menos dos auditores independientes, de forma colegiada, lo certifiquen. En los tiempos que corren los stakeholders no pueden más que acoger positivamente dicha actitud que puede convertirse en una clara ventaja competitiva.
Estamos inmersos en un mundo cada vez más complejo e interrelacionado. Los decisores cada vez más deben demostrar su compromiso con la transparencia.
En el presente -y en el futuro,-a nadie debería asustar compartir y decidir conjuntamente.