Relevancia del Boletín C-15 en el contexto actual de la pandemia por Covid-19

Dada la situación actual que la economía global está enfrentando por la pandemia del más reciente coronavirus (Covid-19), la cual fue declarada por la Organización Mundial de la Salud el 1º de marzo de 2020, y la emergencia sanitaria publicada por el Gobierno Mexicano el 30 de marzo de 2020 en el Diario Oficial de la Federación, surge la pregunta si la normatividad contable actual a nivel internacional y la mexicana permitirán a las empresas reconocer los efectos en su información financiera, por la citada pandemia.

Los efectos de Covid-19 en la actividad económica en México ya están ocurriendo y están afectando diversos aspectos de las entidades comerciales. En algunos sectores industriales, debido a sus operaciones, los efectos se están produciendo de forma inmediata, mientras que, para otros, los efectos serán inminentes y, en este sentido, la información financiera de las entidades no será ajena a reflejar los impactos económicos de la pandemia durante 2020 y/o 2021.

Algunos ejemplos de los impactos esperados que se derivan del evento del Covid-19, son:

  • Cortes en la cadena de suministros que provoquen interrupciones en la producción;
  • Reducción de las ventas, de las ganancias o de la productividad;
  • Atrasos en la cobranza de la cartera;
  • Reducción o aumento en los precios de mercado de los bienes genéricos;
  • Cierre temporal o permanente de instalaciones y puntos de venta;
  • Reducción en la disponibilidad del personal;
  • Aplazamiento o cancelación de mejoras en sus instalaciones o en la expansión planeada; Problemas de liquidez;
  • Dificultades para obtener financiamiento;
  • Mayor volatilidad en los valores de instrumentos financieros, entre otros.

Considerando lo anterior, las entidades deben prestar especial atención a la manifestación de potenciales indicios de deterioro en sus activos registrados en sus balances generales, incluyendo los de larga duración (tangibles o intangibles), ya que la situación económica actual, es de naturaleza extraordinaria y sin duda, genera presión adicional sobre la capacidad de las entidades para operar con los niveles de rentabilidad que existían hasta antes de la pandemia. Es decir, es probable que los valores de dichos activos se vean afectados (a la baja), como resultado de la aplicación del Boletín C-15, Deterioro en el valor de los activos de larga duración y su disposición.

En este sentido, observar los lineamientos del Boletín C-15, se vuelve crucial para las entidades, principalmente para aquellas que cuentan con inversiones importantes de dicho tipo de activos como parte de sus procesos de operación y/o transformación.

Recordemos que dicho Boletín persigue como objetivos: (a) proporcionar los criterios que permitan la identificación de situaciones que presentan evidencias respecto a un posible deterioro en el valor de los activos de larga duración, tangibles e intangibles; (b) definir las reglas para el cálculo y reconocimiento de pérdidas por deterioro de activos (y su reversión); (c) establecer las reglas de presentación y revelación de los activos cuyo valor se ha deteriorado o su deterioro se ha revertido, entre otros asuntos.

En esencia, el citado Boletín requiere que las entidades reconozcan una pérdida de valor cuando existen indicios de que el valor en libros de un activo de larga duración es mayor que su importe recuperable.

El importe recuperable de un activo (o de una unidad generadora de efectivo) será el mayor entre su valor razonable menos los costos de venta y/o su valor en uso.

  • El valor razonable menos los costos de venta es el importe que se puede obtener por la venta de un activo (o unidad generadora de efectivo), en una transacción realizada en condiciones de independencia mutua, entre partes interesadas y debidamente informadas, menos los costos de venta o disposición por otra vía.
  • El valor de uso no es otra cosa que el valor presente de los flujos futuros de efectivo estimados que se espera obtener de un activo (o unidad generadora de efectivo) teniendo en cuenta su estado actual.

Si cualquiera de esos importes excediera al importe en libros del activo, éste no habría sufrido un deterioro de su valor, y por tanto no sería necesario calcular el otro valor. En sentido inverso, el importe en libros de un activo se reducirá hasta que alcance su importe recuperable si, y sólo si, este importe recuperable es inferior al importe en libros. Esta reducción se denomina pérdida por deterioro y será reconocida inmediatamente en el resultado del periodo.

Vale la pena señalar que la aplicación del Boletín C-15 es de carácter obligatorio para aquellas entidades no públicas que se auditan en México.

De igual forma, es importante mencionar que, en junio pasado, el Consejo Mexicano de Normas de Información Financiera, A.C. (CINIF) ha generado la NIF C-15, Deterioro en el valor de los activos de larga duración, para fines de auscultación (el periodo concluyó el 23 de septiembre de 2020), misma que persigue dos objetivos particulares:

  1. Actualizar la normativa actual, considerando los estándares internacionales; y
  2. uniformar las revelaciones sobre las pérdidas por deterioro y su reversión derivado de la citada actualización.

Se tiene contemplado que dicha nueva NIF entre en vigor para los ejercicios que se inicien a partir del 1º de enero de 2022, permitiendo su aplicación anticipada. En cualquier caso, nuestra recomendación es estar atentos a la emisión del documento final, una vez publicado.

Los lineamientos y cálculos involucrados al determinar el importe recuperable pueden ser considerados de naturaleza compleja y especializada, en función del giro o industria donde operen las entidades. En este sentido, en Mazars y ArCcanto  contamos con el conocimiento y experiencia a través de nuestros especialistas que pueden apoyarlo a evaluar los impactos de la pandemia en los activos de larga duración, además de asesorarlo al realizar los cálculos de los importes recuperables, si existiesen indicios evidentes de un potencial deterioro y, en su caso, apoyarlo en la determinación y el reconocimiento de la potencial perdida por deterioro en su información financiera.

Este artículo fue escrito por Jorge Villanueva, Socio de Mazars y Víctor Vázquez, Socio de ArCcantoMazars tiene una alianza estratégica con ArCcanto.

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